Echar la vista atrás y hacer balance, así como mirar al futuro y creer en nuevos proyectos, es primordial para avanzar, mejorar y lograr objetivos. Por eso, desde la concejalía de Turismo de Buñol, liderada por María Vallés, han realizado un repaso de los últimos cuatro años que, sin duda, han estado marcados por la Covid, pero también por muchos éxitos.

No fue fácil enfrentarse a una pandemia mundial sin precedentes pero, con el esfuerzo y el trabajo de todo el equipo de Turismo, se pudieron llevar a cabo acciones para no paralizar la hostelería, los comercios y las empresas de turismo locales. Entre ellas, la digitalación del Consistorio y de las actividades turísticas.

También se pusieron en marcha proyectos para reactivar el sector en los que la colaboración público-privada fue clave. El Ayuntamiento se interesó de primera mano por las diferentes necesidades de las empresas turísticas y mantuvo reuniones periódicas con todos los agentes afectados. El objetivo fue tender puentes y trabajar de manera conjunta para ofrecer un turismo seguro que atrajera a visitantes y pudiera repercutir de manera positiva sobre el municipio.

Es cierto que fue duro suspender actividades, eventos y fiestas tan importantes como la Tomatina, pero el turismo de Buñol supo reinventarse y resurgir de las cenizas que había dejado la pandemia con más fuerza que nunca. Así, la concejalía de Turismo creó su plan estratégico turístico junto a las empresas y la ciudadanía para marcar las metas de los años siguientes. Tal y como destacó en su momento Vallés: “Es importante tener un plan a largo plazo para fomentar el Turismo en Buñol, plantearnos cómo queremos que sea Buñol como destino y cuáles son los puntos fuertes y debilidades a mejorar para alcanzar nuestro objetivo”.

Además, este plan se realizó con un enfoque sostenible, tratando que la actividad turística equilibrara tanto la dimensión ambiental, como la económica y social y optimizando las oportunidades turísticas para que no supongan un deterioro o pérdida de capital territorial.

Por todo esto, el turismo de Buñol también ha recibido muchas alegrías en los últimos cuatros años. Porque gracias a las propuestas de la concejalía ha recuperado el buen turismo que le caracteriza y ha mejorado sus posibilidades.

El trabajo bien hecho y consciente ha dado sus frutos y ha permitido a Buñol participar en importantes ferias turísticas y presentar su mascota, “Tico”, para la próxima tomatina.

Además, hace apenas unas semanas Buñol un millón de euros de los fondos europeos Next Generation para impulsar el Plan de Turismo Sostenible. El Plan busca redinamizar y conectar el patrimonio cultural con zonas verdes y entre los proyectos más importantes se encuentran la mejora de la iluminación de las zonas verdes, la creación de itinerarios ciclopeatonales turísticos o la instalación de puntos de recarga para coches eléctricos.

En definitiva, no hay mejor premio, ni mejor final para un periodo que pareció enturbiarse con la pandemia pero que ha servido para posicionar el turismo de Buñol en la cima.

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