Casco antiguo, castillo medieval, molino de papel rehabilitado en la Biblioteca… Con apenas 10.000 habitantes, es un lugar único ya que aúna cultura y naturaleza.
Presidida por la torre campanario de planta cuadrada que se levanta a los pies de la iglesia. La iglesia posee planta de cruz latina con nave central compuesta por cuatro tramos que se corresponden con las capillas laterales, crucero y cúpula en su centro. La obra más valiosa del templo es, sin duda alguna, San José. Es obra muy meritoria de Ignacio Vergara. Está colocado en la nave lateral derecha y aparece en plena contorsión de cuerpo y manifiesto movimiento de ropaje, llevando, lleno de gozo, reflejado en el rostro, al Niño Jesús, arrodillado sobre unas nubes, de donde salen unas cabezas de ángeles con los hombros transformados en alas incipientes. Hay además, un Cristo Yacente, de cabeza antigua, posiblemente también de Vergara y al que el escultor Hervás esculpió el cuerpo, tras ser destruido en la guerra civil.